CARTAS DE FEARAB AMÉRICA A AUTORIDADES DE LA ONU

05
Nov

Cartas de Fearab América a autoridades de la ONU

La Federación de Entidades Americano Árabes, Fearab América, entidad madre continental, de la que Fearab Argentina es fundadora e integrante, se dirigió a las autoridades de los principales órganos de la ONU para solicitar la acción internacional contra el terrorismo económico que aqueja a la República Árabe Siria.

Dos misivas, de similar texto, fechadas el 4 de noviembre fueron enviadas a las respectivas presidencias de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad de la ONU.

 

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Santiago de Chile, 4 de noviembre de 2021

Presidente
S.E. Señor Abdullah Shahid
Asamblea General de las Naciones Unidas

El Consejo Directivo de la Federación de Entidades Americano-Árabes (Fearab América), saluda a Ud. y por vuestro intermedio, a los honorables Sres. representantes diplomáticos integrantes de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Por la presente, nuestra organización de carácter civil, FEARAB AMÉRICA, representante de los expatriados árabes, en especial; sirios, libaneses y palestinos y sus descendientes en toda América Latina, se dirige a la Comunidad Internacional, a partir de la obligación moral que impulsa la necesidad de plantear nuestra perspectiva frente a la dura situación política, económica y social resultante de la aplicación de sanciones a la República Árabe Siria, su Estado Nacional y su Pueblo, desde hace más de 11 años.

En ese marco, resaltamos el coraje y la valentía de toda la sociedad siria que hasta la fecha, valientemente ha podido resistir la avanzada del terrorismo internacional y sus patrocinadores, como así también las agresivas agendas de las potencias -de carácter regional y global- ocupantes del territorio sirio, que se sostienen violando todos y cada uno de los principios rectores de la legalidad internacional, que se desprenden de las normas de no injerencia y respeto a la soberanía de los estados, que fija la Carta fundacional de las Naciones Unidas.

Tanto el terrorismo salvaje, como la intervención de terceros estados dentro de las fronteras sirias, han convertido a Siria en un gran campo de batalla. Durante todos estos años, se han visto destruidas un gran número de ciudades, buena parte de las estructuras del Estado, infraestructura básica y servicios públicos, forzando a un enorme éxodo poblacional en la región similar a la expulsión forzosa sufrida por pueblo palestino después de Segunda Guerra Mundial.

Hoy, luego de más de una década de sufrimiento, y con un Estado y liderazgo sirios que han salido triunfantes tras dar un ejemplo al mundo de resistencia frente al terrorismo y la usurpación, ha llegado para Siria la hora de la reconstrucción. Sin embargo, a partir de 2020, hemos visto con mucha preocupación como a los particulares flagelos de esta guerra terrorista impuesta, se ha agregado la nociva práctica unilateral del terrorismo económico a partir de la imposición de las llamadas “sanciones” unilaterales e ilegales, por parte de los Estados Unidos y las potencias vinculadas o incluso coaligadas con la presencia militar estadounidense en Siria y sus prácticas de flagrante violación a la soberanía siria así como de saqueo de sus recursos naturales, energéticos y alimenticios.

En dicho marco, es de especial ferocidad para la recuperación del pueblo sirio, la denominada Ley César, una legislación estadounidense que entró en vigor en 2020 y que afecta a cualquier persona física o jurídica que pretenda colaborar con la reconstrucción del país. Es oportuno recordar que la propia Relatora de Derechos Humanos de las Naciones Unidas —la Sra. Alena Douhan— ha sido taxativa al definir que la aplicación de este instrumento sólo colaborará en un recrudecimiento de la crisis humanitaria existente.

Según alegan los impulsores de la mencionada coerción económica, tanto las restricciones al acceso de la ayuda humanitaria, como a la reconstrucción de infraestructura civil, persiguen el objetivo condicionar al Gobierno sirio, pero resulta evidente que el padecimiento concreto que genera esta coerción y presión económica, va dirigido al pueblo sirio en su conjunto, convirtiéndose así en una renovada forma de agresión bajo la destructiva agenda de potencias ajenas a Siria y la autodeterminación de su pueblo.

Señor Presidente:

Ante esta grave realidad impuesta por ilegales medidas unilaterales que van en desmedro del Derecho Internacional, y refuerzan una política de doble rasero que erosiona los pilares mismos del sistema internacional; solicitamos a los representantes de los países miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas:

Que impulsen una iniciativa política contundente a fin de que las potencias intervencionistas cesen en su carácter de ocupantes de una Nación Soberana y que sea derogada y declarada nula toda legislación unilateral que pretende disfrazar el terrorismo económico mediante la aplicación de “sanciones” cuyo único resultado es la profundización de los padecimientos ya sufridos por Siria y su pueblo desde 2011.

Finalmente, Señor Presidente:

Los millones de árabes y sus descendientes que vivimos en América Latina, nucleados dentro de la decana entidad madre, Fearab América, solicitamos a la Asamblea General de las Naciones Unidas, legitima representante de la voz de todos los estados del mundo, el apoyo y respeto al principio de la autodeterminación del pueblo sirio dentro de su territorio, que se expresa en forma univoca en favor de la defensa de la unidad territorial y soberanía nacional de la República Árabe Siria.

 George El Alam Sepúlveda                                Salvador Makluf Freig

                     Presidente                                                    Secretario General       

 

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Santiago de Chile, 4 de noviembre de 2021

Presidente
S.E. Sr. Embajador Juan Ramón de la Fuente
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas

El Consejo Directivo de la Federación de Entidades Americano-Árabes (Fearab América), saluda a Ud. y por vuestro intermedio, a los honorables Sres. representantes diplomáticos integrantes de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Por la presente, nuestra organización de carácter civil, FEARAB AMÉRICA, representante de los expatriados árabes, en especial; sirios, libaneses y palestinos y sus descendientes en toda América Latina, se dirige a la Comunidad Internacional, a partir de la obligación moral que impulsa la necesidad de plantear nuestra perspectiva frente a la dura situación política, económica y social resultante de la aplicación de sanciones a la República Árabe Siria, su Estado Nacional y su Pueblo, desde hace más de 11 años.

En ese marco, resaltamos el coraje y la valentía de toda la sociedad siria que hasta la fecha, valientemente ha podido resistir la avanzada del terrorismo internacional y sus patrocinadores, como así también las agresivas agendas de las potencias -de carácter regional y global- ocupantes del territorio sirio, que se sostienen violando todos y cada uno de los principios rectores de la legalidad internacional, que se desprenden de las normas de no injerencia y respeto a la soberanía de los estados, que fija la Carta fundacional de las Naciones Unidas.

Tanto el terrorismo salvaje, como la intervención de terceros estados dentro de las fronteras sirias, han convertido a Siria en un gran campo de batalla. Durante todos estos años, se han visto destruidas un gran número de ciudades, buena parte de las estructuras del Estado, infraestructura básica y servicios públicos, forzando a un enorme éxodo poblacional en la región similar a la expulsión forzosa sufrida por pueblo palestino después de Segunda Guerra Mundial.

Hoy, luego de más de una década de sufrimiento, y con un Estado y liderazgo sirios que han salido triunfantes tras dar un ejemplo al mundo de resistencia frente al terrorismo y la usurpación, ha llegado para Siria la hora de la reconstrucción. Sin embargo, a partir de 2020, hemos visto con mucha preocupación como a los particulares flagelos de esta guerra terrorista impuesta, se ha agregado la nociva práctica unilateral del terrorismo económico a partir de la imposición de las llamadas “sanciones” unilaterales e ilegales, por parte de los Estados Unidos y las potencias vinculadas o incluso coaligadas con la presencia militar estadounidense en Siria y sus prácticas de flagrante violación a la soberanía siria así como de saqueo de sus recursos naturales, energéticos y alimenticios.

En dicho marco, es de especial ferocidad para la recuperación del pueblo sirio, la denominada Ley César, una legislación estadounidense que entró en vigor en 2020 y que afecta a cualquier persona física o jurídica que pretenda colaborar con la reconstrucción del país. Es oportuno recordar que la propia Relatora de Derechos Humanos de las Naciones Unidas —la Sra. Alena Douhan— ha sido taxativa al definir que la aplicación de este instrumento sólo colaborará en un recrudecimiento de la crisis humanitaria existente.

Según alegan los impulsores de la mencionada coerción económica, tanto las restricciones al acceso de la ayuda humanitaria, como a la reconstrucción de infraestructura civil, persiguen el objetivo condicionar al Gobierno sirio, pero resulta evidente que el padecimiento concreto que genera esta coerción y presión económica, va dirigido al pueblo sirio en su conjunto, convirtiéndose así en una renovada forma de agresión bajo la destructiva agenda de potencias ajenas a Siria y la autodeterminación de su pueblo.

Señor Presidente:

Ante esta grave realidad impuesta por ilegales medidas unilaterales que van en desmedro del Derecho Internacional, y refuerzan una política de doble rasero que erosiona los pilares mismos del sistema internacional; solicitamos a los representantes de los países miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas:

Que impulsen una iniciativa política contundente a fin de que las potencias intervencionistas cesen en su carácter de ocupantes de una Nación Soberana y que sea derogada y declarada nula toda legislación unilateral que pretende disfrazar el terrorismo económico mediante la aplicación de “sanciones” cuyo único resultado es la profundización de los padecimientos ya sufridos por Siria y su pueblo desde 2011.

Finalmente, Señor Presidente:

Los millones de árabes y sus descendientes que vivimos en América Latina, nucleados dentro de la decana entidad madre, Fearab América, solicitamos a la Asamblea General de las Naciones Unidas, legitima representante de la voz de todos los estados del mundo, el apoyo y respeto al principio de la autodeterminación del pueblo sirio dentro de su territorio, que se expresa en forma univoca en favor de la defensa de la unidad territorial y soberanía nacional de la República Árabe Siria.

 George El Alam Sepúlveda                                Salvador Makluf Freig

                     Presidente                                                    Secretario General          

 

 

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